Educación para Todos en China – una perspectiva occidental
Patricia Potts
Las campañas internacionales de principios de los 80 inició la concienciación de los derechos de los niños y discapacitados. Se llevaron a cabo poco tiempo después de eliminar las barreras entre China y el Occidente. La tarea de la reconstrucción educativa, tras la Revolución cultural de 1966-76, comenzó en un contexto de debate e influencia política. Durante los últimos 12 años he observado el modo en el que los educadores chinos han respondido a estos retos.
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Como consecuencia de la Ley de Educación Obligatoria de 1986, millones de niños y jóvenes, que fueron excluidos del sistema educativo, han sido ahora aceptados y los educadores están intentando crear cursos apropiados para el desarrollo profesional. En cambio, todavía existen grandes barreras que impiden una participación plena. Son barreras geográficas, económicas y culturales.
“La integración en un signo de prosperidad, civilización y enfoque científico en nuestra investigación.”
Las oportunidades de educación en China, como en cualquier otro lugar, están determinadas por factores no relacionados con la educación, tales como las actitudes sociales y la estructura de empleo y situación económica. Sin embargo, las actitudes tradicionales y los compromisos marxistas con las funciones en la sociedad a las identidades colectivas proporcionan un marco muy diferente para las tendencias actuales hacia un sistema educativo más integrador. Los valores occidentales como individualismo, autodefensa y diversidad no tienen un equivalente en China.
Sin embargo, ha habido notable movimiento de niños y jóvenes residentes en instituciones sociales y en hogares a escuelas especiales y también de escuelas de educación especial a educación corriente. En algunos casos, esto ha hecho que las categorías de discapacidad educativa hayan aumentado en lugar de disminuir. Las escuelas en China son muy selectivas y competitivas. El número de alumnos por clase es elevado. La organización, el personal y el abanico de actividades que se ofrecen varían poco entre las esculas primarias y secundarias. Los problemas que plantea una mayor diversidad tiende a ser considerado un problema de los niños, más que del sistema.
Los compañeros chinos a menudo traducen el concepto “educación” como “cultura”.
El reconocimiento de las dimensiones personales y sociales en las instituciones educativas no ha se ha visto necesario. Las actividades no culturales como programa de estudios profesional o pastoral no se suelen encontrar en los colegios chinos. La idea de una buena escuela es aquélla que no necesita estructuras de apoyo, bien sea en forma de diferenciación curricular o bien de colaboración entre el personal dentro del aula.
Los profesores se someten a varios tipos de presión. Se les anima para que ayuden a los alumnos a que desarrollen su creatividad, su autonnomía de pensamiento y su habilidad para resolver problemas. Esto parece indicar la ampliación del concepto de educación. Pero los educadores no tienen la autoridad y experiencia para cambiar el diseño curricular, el método de evaluación o los estilos de enseñanza.
Con todo, la formación del profesorado tanto inicial como una vez en ejercicio está cambiando rápidamente. El objetivo es actualizar y aumentar las cualificaciones de los maestros de educación primaria y especial. Se pueden encontrar ejemplos de un enfoque más social en la provisión de apoyo para el aprendizaje en las escuelas . También hay movimientos para eliminar los exámenes que existen entre la educación inicial y media. Estos avances deberían aumentar notablemente la capacidad de la educación corriente para proporcionar una educación para todos.
Pueden contactar a Patricia Potts en: Centre for Educational Research, Faculty of Education, Canterbury Christ Church University College, Canterbury, Kent, CT1 1QU, UK